viernes, 8 de marzo de 2013

Hoy vuelve a ser 8 de marzo

Este post es tan transversal, que no tiene etiqueta de la que pueda colgarse...Es como el LOCO ¡energía que va por libre!

Hoy vuelve a ser 8 de marzo, el calendario repite la efemérides del incendio de la fábrica de camisas Triangle, que abrasó a 146 mujeres, y nuestros amigos, las redes sociales y los mass media nos convocan para homenajear nuestro valor como género. En muchos casos nos endulzan la oreja y la imaginación con halagos y dosis de auto-estima de género rosa, que como pequeños bombones, tratan de pseudosatisfacer las dosis de dignidad y respeto, que las diferencias estructurales, nos ningunean de manera cotidiana. 

Es un honorable intento de refuerzo a nuestro ánimo, que es muy bienvenido: GRACIAS DE TODO CORAZON.

Pero a mi hoy, lo siento mucho, pero no lo puedo evitar, lo que se me está pasando por la cabeza son situaciones que siguen abrasando mujeres, sólo por el hecho de serlo: los casos de castigo a mujeres que han sido violadas, en países musulmanes, las que son mutiladas sexualmente en Africa, las mutilaciones de la identidad que se hacen en todas las culturas, para socializar nuestro género de manera resignada a una situación desigual e injusta, etc...

El machismo patriarcal mantiene vigencia y renueva estrategias de dominación y sojuzgación por género en todas las sociedades del mundo. A ratos pareciera que el concepto de globalización se hubiese inspirado en el patriarcado, como una forma de maldición histórica, tácita y consensuada, para perpetuar las diferencias y asegurarse mantener el poder de producir y reproducir los futuros a su antojo...

Somos PERSONAS, y tenemos un sexo que tiene una base biológica hormonal de enorme influencia en la personalidad, pero también tenemos un género, que se socializa sobre una estructura ideológica de los valores dominantes, que no suelen ser los femeninos. Vivimos en una sociedad que se declara igualitaria en lo formal, pero mantiene graves diferencias en la socialización, en las expectativas de conducta, en las posibilidades de desarrollar y ejercer las capacidades, en los niveles de renta, en el acceso a posiciones de poder, etc, entre los géneros. Esto supone una forma de violencia estructural, en la que TOD@S vivimos, y a tod@s los condiciona, con mayor o menor grado de conciencia; porque donde no hay justicia, es difícil que haya paz, y si las diferencias de género son simas, las estrategias para salvar las distancias se vuelven guerrillas larvadas, que condenan las relaciones entre géneros a una relación de poder, una competición poco venturosa y nada amorosa.

Además de esta retahíla de agravios comparativos, hay otras conductas sociales más sutiles y sofisticadas que, por medio de estrategias de acoso y control social en los espacios o los medios públicos están en cada esquina, y las mujeres no deberíamos aceptar en ningún grado.

TIPOLOGÍA DE TIPEJOS... TROL
(lo he copiado de Beatriz Gimeno, acosada por género en medios de comunicación)
·         Troles de juego: un trol individual que juega un simple y corto juego. Son fáciles de identificar porque su provocación es muy evidente: esos que sacan la lengua, guiñan..
·      Troles tácticos: este trol se toma el juego más en serio, crea un personaje creíble (el educado, el enrollado, el modernuki, el progre...) para ganarse la confianza de otros y provoca conflictos de una forma sutil: se hace cómplice para influir desde la debilidad
·         Troles estratégicos: una forma de juego muy seria, que implica la construcción de una estrategia que puede durar meses. También puede implicar la participación de varias personas: aquí el TROL, además de violencia machista, refuerza su ego por medio de la influencia en estados de opinión a través de  manipulación perversa.
·       Troles de dominación: La estrategia del troleo se extiende a la creación de estructuras de bloqueo desde argumentaciones, aparentemente honradas, que esconden intenciones de dominación: esa se tiene que enterar de quién manda aquí...

En muchas ocasiones parten de hombres que, además de machistas, han pasado por procesos de divorcio o separación, en los que ellos consideran que han perdido, esto lo viven como una frustración que su ego es incapaz de asumir. En este caso, el maltratador, no puede pegar o mantener la relación de poder que tenía contra su pareja y lo proyecta hacia cualquier mujer, como representación particular y general de la mujer, que se resiste a sus deseos.

Los insultos machistas más comunes son las descalificaciones hacia lo que hacemos, hacia nuestro aspecto físico y los que adoptan connotaciones sexuales y de ejercicio de poder: puta es el mantra recurrente, también está el moderno “feminazi, amenazas de muerte, alusiones a violaciones, o a penetraciones violentas o cualquier conducta sexual en la que no haya voluntad por parte de la mujer, y sí control de la situación por parte del agresor...lo que les molesta de verdad es que no les temamos, que no puedan ejercer control sobre nosotras por miedo a represalias.

Siguiendo la consigna de “no alimentar al trol”, la mejor opción es ignorarlos, porque tanto el apoyar y reír la broma, como el rebatir y discutir, alimentan el ego del trol. En general, estos comentarios ni siquiera se toman en consideración, se borran, es lo mejor para no preocuparse ni pensar en ello. Es el viejo adagio de  “no hay mejor desprecio que no hacer aprecio”

En los casos de troles de niveles más sofisticados, esta estrategia puede ser interpretada como una provocación, porque además de humillar a las mujeres, lo que MAS quieren es ser influyentes, mandar...si las amenazas crecen hay que plantearse la escalada agresiva y o las denuncias por acoso.

Mi deseo para el día de HOY es menos bombones y más RESPETO...y siempre, y  para tod@s... Muchos ABRAZOS DE OSOS AMOROSOS

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