lunes, 21 de octubre de 2013

El árbol de la vida de la Cábala...



EL VIAJE DEL ALMA EN LA CABALA


Cábala significa transmisión, porque es un conocimiento de tradición oral que se trasladó de boca a oreja durante siglos, y así se mantuvo hasta el siglo XIII. Es una interpretación y comentario de la Torá, que trata de acercar el concepto de un Dios, absoluto y eterno, a la realidad material de la existencia cotidiana de las personas, relativas y efímeras. Este concepto se representa como un «mapa» de la Creación, es el llamado Árbol de la Vida, que se compone de diez emanaciones espirituales por parte de Dios, a través de las cuales dio origen a todo lo existente. Estas diez emanaciones, se intercomunican por medio de 22 caminos, tantos como las letras del alfabeto hebreo o los arcanos.

La alegoría explicativa se basa en tres conceptos: contracción de Dios en sí mismo para dejar espacio a la creación. Esta contracción dentro de su propia luz supone una tensión energética enorme, y esto le que produce fugas o emanaciones divinas; estas son las sefirots que dan lugar a todo lo que existe. La misión del hombre es rescatar estas fugas de luz y volver a reunirlas, en un acto de redención.

Es una dinámica en tres pasos equiparable a la respiración.


La primera Sefirah, Kéter es la corona superior, que limita con el Vacío (Tao), o la gran nada que hay detrás de todas las cosas. Desde este punto de equilibrio, comienza la creación es el gran Big Bang generador del Universo, el nacimiento y manifestación de lo que es, ha sido y será. Bajo la influencia de  los pilares de la contracción y la extensión, en una dinámica dualista (ying-yang, samadhi-pragna, tesis/antítesis, polo positivo/polo negativo) representados por el pilar de la Misericordia y el pilar de la Fuerza, y se genera la segunda Sefirah, que es Hockman o sabiduría, como un destello de genio, inspiración o revelación. Su contrapeso en el pilar de la contención será Binah o entendimiento, que es la capacidad receptiva y reflexiva. Se establece el triángulo del fuego intelectual.

Generado este primer triángulo el rayo creador alcanza el equilibrio del conocimiento que no sólo se ve y se entiende se Sabe; es Daat (espíritu santo), que no tiene una manifestación externa, es una sensación de seguridad interior. Vuelve al pilar de la expansión y genera Hesed, la misericordia y  vuelve al pilar de la contracción para crear Gevurah, la severidad de la justicia. Se ha creado el triángulo del aire, que abre el camino de la emoción. 

Baja un nivel por el pilar del equilibrio y se manifiesta Tiferet, como el corazón del árbol que une todas las Sefirtoh de los pilares de la misericordia y la severidad, es el “Yo” que recoge el espíritu de la tríada superior y el alma de la triáda que forma con Hesesd y Gevurah. De Tiferet, el rayo creador da lugar a las dos manifestaciones complementarias del esplendor de Nezah, o eternidad y de la victoria de Hod o reverberación. Se completa el triángulo del agua.

Aquí se agota la dinámica de pares, se ha completado el juego de tesis y antítesis, y el rayo creador vuelve la estabilidad del pilar del equilibrio para llega al tiempo de la síntesis: se alcanza el fundamento de Yesod, que es un atributo complejo que tiene que dar cabida a todo lo aprendido y aportado por los atributos anteriores. Se completa el triángulo de la acción en la tierra. 

La Sefirah inferior y complementaria de Kéter es Malkhut, el reino, que supone la culminación del pilar de la gracia y la manifestación externa de todo el proceso interno. Su manifestación es cuádruple y encierra los cuatro triángulos y los cuatro mundos.
A partir de aquí se ha completado el recorrido del alma, que se envuelve dentro de sí misma, como una semilla, para dar lugar al siguiente ciclo.


  1. Kéter (La Corona) Providencia equilibrante
  2. Hockman (La Sabiduría). Ampliación de la comprensión de los detalles
  3. Bináh (La Inteligencia). Habilidad para inspirar y crear
  4. Hesed (La Misericordia o Grandeza). La cualidad de influir y dar
  5. Gevuráh (La Justicia o Fuerza). La cualidad de disminuir y moderar la influencia
  6. Tiféret (La Belleza). Mezclar y balancear la influencia
  7. Nezah (Victoria de la Vida sobre la Muerte). Una decisión a poner en práctica
  8. Hod (La Eternidad del Ser, la Gloria). Vencer los obstáculos camino para influir
  9. Yesod (El Fundamento) Piedra angular de la estabilidad y capacidad de influir
  10. Makhut (El Reino. Principio de las Formas). La influencia misma  
En esta alegoría danzamos en la respiración de un Gigante…

1 comentario:

  1. Gracias Antonio, celebro que te haya gustado.
    Yo soy buena nadadora y caminanta, pero poco futbolera, o sea que me parece que en ese ámbito no vamos a compartir intereses.
    El crecimiento personal, sí que me interesa, y en este blog voy colgando cosillas...
    Nos hablamos

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