EL VIAJE DEL ALMA EN LA CABALA
Cábala significa transmisión, porque
es un conocimiento de tradición oral que se trasladó de boca a oreja durante
siglos, y así se mantuvo hasta el siglo XIII. Es una interpretación y
comentario de la Torá,
que trata de acercar el concepto de un Dios, absoluto y eterno, a la realidad
material de la existencia cotidiana de las personas, relativas y efímeras. Este
concepto se representa como un «mapa» de la Creación, es el llamado Árbol de la Vida, que se compone de diez
emanaciones espirituales por parte de Dios, a través de las cuales dio origen a
todo lo existente. Estas diez emanaciones, se intercomunican por medio de 22 caminos,
tantos como las letras del alfabeto
hebreo o los arcanos.
La alegoría explicativa se basa en
tres conceptos: contracción de Dios en sí mismo para dejar espacio a la
creación. Esta contracción dentro de su propia luz supone una tensión energética
enorme, y esto le que produce fugas o emanaciones divinas; estas son las
sefirots que dan lugar a todo lo que existe. La misión del hombre es rescatar
estas fugas de luz y volver a reunirlas, en un acto de redención.
Es una dinámica en tres pasos
equiparable a la respiración.
La primera Sefirah, Kéter
es la corona superior, que limita con el Vacío (Tao), o la gran nada que
hay detrás de todas las cosas. Desde este punto de equilibrio, comienza la
creación es el gran Big Bang generador del Universo, el nacimiento y manifestación
de lo que es, ha sido y será. Bajo la influencia de los pilares de la contracción y la extensión,
en una dinámica dualista (ying-yang,
samadhi-pragna, tesis/antítesis, polo positivo/polo negativo) representados por el pilar de
la Misericordia
y el pilar de la Fuerza,
y se genera la segunda Sefirah, que es Hockman
o sabiduría, como un destello de genio, inspiración o revelación. Su contrapeso
en el pilar de la contención será Binah o
entendimiento, que es la capacidad receptiva y reflexiva. Se establece el
triángulo del fuego intelectual.
Generado este primer triángulo el rayo creador alcanza el
equilibrio del conocimiento que no sólo se ve y se entiende se Sabe; es Daat
(espíritu santo), que no tiene una manifestación externa, es una sensación de
seguridad interior. Vuelve al pilar de la expansión y genera Hesed, la misericordia y vuelve al pilar de la contracción para crear Gevurah, la severidad de la justicia.
Se ha creado el triángulo del aire, que abre el camino de la emoción.
Baja un nivel por el pilar del equilibrio y se manifiesta Tiferet, como el corazón del árbol que
une todas las Sefirtoh de los pilares de la misericordia y la severidad, es el
“Yo” que recoge el espíritu de la tríada superior y el alma de la triáda que
forma con Hesesd y Gevurah. De Tiferet, el rayo creador da lugar a las dos
manifestaciones complementarias del esplendor de Nezah, o eternidad y de la victoria de Hod o reverberación. Se completa el triángulo del agua.
Aquí se agota la dinámica de pares, se ha completado el
juego de tesis y antítesis, y el rayo creador vuelve la estabilidad del pilar
del equilibrio para llega al tiempo de la síntesis: se alcanza el fundamento de
Yesod, que es un atributo complejo
que tiene que dar cabida a todo lo aprendido y aportado por los atributos
anteriores. Se completa el triángulo de la acción en la tierra.
La Sefirah
inferior y complementaria de Kéter es Malkhut,
el reino, que supone la culminación del pilar de la gracia y la manifestación
externa de todo el proceso interno. Su manifestación es cuádruple y encierra
los cuatro triángulos y los cuatro mundos.
A partir de aquí se ha completado el recorrido del alma,
que se envuelve dentro de sí misma, como una semilla, para dar lugar al
siguiente ciclo.
- Kéter (La Corona) Providencia equilibrante
- Hockman (La Sabiduría). Ampliación de la comprensión de los detalles
- Bináh (La Inteligencia). Habilidad para inspirar y crear
- Hesed (La Misericordia o Grandeza). La cualidad de influir y dar
- Gevuráh (La Justicia o Fuerza). La cualidad de disminuir y moderar la influencia
- Tiféret (La Belleza). Mezclar y balancear la influencia
- Nezah (Victoria de la Vida sobre la Muerte). Una decisión a poner en práctica
- Hod (La Eternidad del Ser, la Gloria). Vencer los obstáculos camino para influir
- Yesod (El Fundamento) Piedra angular de la estabilidad y capacidad de influir
- Makhut (El Reino. Principio de las Formas). La influencia misma
En esta alegoría danzamos en la respiración de
un Gigante…
Gracias Antonio, celebro que te haya gustado.
ResponderEliminarYo soy buena nadadora y caminanta, pero poco futbolera, o sea que me parece que en ese ámbito no vamos a compartir intereses.
El crecimiento personal, sí que me interesa, y en este blog voy colgando cosillas...
Nos hablamos