domingo, 10 de noviembre de 2013

Rituales del rock y la popmodernidad; puertas a los otros mundos...



LA PSICODELIA DE LOS ICONOS Y RITOS COTIDIANOS

Gracias por las muestras de afecto y apoyo que me habéis hecho llegar, por un medio u otros, sobre el post anterior.  Vuestra buena acogida me ha decidido para dejar de pensar en buscar una estructura a través de la que continuar la exposición del tema de los estados de conciencia alterados, y seguir dejando que tenga vida propia…y como los aconteceres de la vida dan para ello, vamos a dejar que el tema siga evolucionando por libre a través de mi propia vida, por que es la que me queda más cerca.

Los que seguís el blog recordareis que comenzamos revisando estructuras ideológicas que den explicación a experiencias de estados de conciencia alterados de carácter individual, luego por una causalidad, invertimos esa relación y llegamos al tema de cómo las ideas pueden inducir estado de conciencia alterados: los fanatismos suponen una reducción de la conciencia del Yo, que cede su libertad y su responsabilidad sobre sus actos, por una adhesión incondicional a la estructura ideológica de un grupo. Las ideas, costumbres, opiniones y posiciones éticas del grupo se superponen a la libre voluntad de sus individuos. Es una suerte de maniqueísmo (Mani era un filósofo gnóstico del S III) en que las personas están condenadas a debatirse entre la dualidad. Esto se opone a la posibilidad de tener conciencia de la voluntad individual, la libertad que de ella se deriva y su correlato de responsabilidad (esto no llegó hasta el siglo XIX).

El fin de semana pasado fue la fiesta de los ancestros, y yo aproveché la circunstancia para hacer lo propio: ir al pueblo, visitar a la familia y los amigos, y participar en la fiesta del Samaín, antecedente gaélico del muy afamadísimo y comercializado Halloween. Para los que no lo conozcáis, la fiesta del Samaín es una tradición celta, muy anterior al cristianismo. Era un ritual de celebración de la cosecha, del fin del verano y tránsito hacia la oscuridad del invierno, y concluía con la fiesta de los espíritus, en la que se convocaba al espíritu de los ancestros para iluminar el tránsito de los vivos.

Se partía de la creencia de que el nivel de conciencia de estar vivo o muerto, no son estados cerrados y estancos…son más parecidos a los Multiversos Quánticos actuales, se concebían mas como estados de la energía con diferente nivel de densidad, que se traslucían en ocasiones. Los muertos eran convocados, eran bien acogidos con luces, dulces y alimentos, y se les consideraba presencias amistosas y sutiles que iluminan el camino de los vivos. Con esta fiesta de transición y apertura a otro mundo se concluía un ciclo y daba comienzo el nuevo año celta.

Los irlandeses llevaron la celebración a USA, ahí se hizo una revisión y nos la devolvieron en su propia versión de la realidad: banalización, consumismo, material y superficial que rellena los escaparates de todos los centros comerciales cíclicamente, como las golondrinas. Lo que a mí más me llama la atención es la facilidad con la que ha prendido en la cultura popular teeneager, quizás sea porque se asienta en los conocimientos de una tradición ancestral olvidada por la memoria inmediata pero no por la memoria reptiliana y sus arquetipos.
Esta semana estaba empezando a pensar sobre como continuar este tema de los estados de conciencia, cuando el jueves, en un centro cultural próximo a mi casa, se programó una conferencia titulada Pop Secreto, por parte de Grace Morales (cofundadora del fanzine Mondo Bruto).

La exposición comenzó por el reconocimiento genérico de que el origen de la música se relaciona con contextos religiosos y espirituales. En los orígenes de todas las tradiciones espirituales se ha utilizado el sonido para promover cambios en el nivel de vibración de las ondas, en la frecuencia cardiaca y respiratoria, que ayuden a reducir la conciencia del Yo individual, y hacerlo permeable al Animus/Alma universal: elevar el nivel de conciencia.

Entre las bases rítmicas con mayor influencia en el desarrollo de la música moderna destacó la influencia de la percusión de la tradición Oruba,  en el rytm and blues y la tradición Celta en música de cuerda y en la extructura de desarrollo de los temas.

El recorrido comenzó en los años 60 y la innegable influencia del ocultista Aleister Crowley en la evolución musical y las puestas en escena de muchos de los grupos de la época, Graham Bond o Los Beattles, entre otros. Pareciera que conforme se vaciaban las iglesias se iban llenando los locales de concierto, pareciera que el dogmatismo fuese secando el impulso genuino, condenando a los espíritus a vagar ¡como los ratones de Hamelin!, de la India a la Capadocia, de Jamaica a la cocaína, del Zen al Tai-chi, del yoga a la mezcalina…

En los años 70 la teosofía de Rudolf Steiner, el ocultismo de Mme. Blavatsky, los avatares y el eneagrama de Gurdieff o el tonal de Castaneda inspiraron e influyeron desde la manera de componer, pasando por la estructura de desarrollo, las armonías más recurrentes y en las puestas en escena de la gran mayoría de las figuras más influyentes: desde los King Crimson, Pink Floid, Todd Rundgrem, The Incredible String Band, etc. Todos los estilos musicales que florecieron en la época: pop, rock progresivo, sinfónico, opera-rock, rock cósmico, satánico, black metal llevan el sello de esa influencia y la expusieron en su puesta en escena, como se ha podido ver por medio de videos.

Quizás el paradigma de alumno aventajado que ha sabido sacar mayor aprovechamiento de sus diversos caminos espirituales (meditación, Zen, psicodelia por uso de sustancias) sea David Bowie. En su recorrido de experiencias ha sabido entregarse con profundidad al misterio y dejarse guiar, para no perderse, con lo que ha conseguido mantener congruencia y convicción en su diversidad. Su entrega a los avatares de su personalidad y sus sucesivos personajes, han amplia exponencialmente el abanico de sus posibilidades creativas. El video de Quik sand tiene una marcadísima influencia de la Orden del Amanecer Dorado y de Crowley.

En el recorrido de videos que ilustró la exposición resultó muy llamativo el contraste entre las visiones y lecturas que se hacen desde Europa, que mayoritariamente son góticas, oscuras y pesimistas, y las de América latina, que quedaron muy manifiestas en un video de Jorge Bem de su álbum La Tabla Esmeralda. Se reconoce muy bien la influencia del Kybalion, atribuido al mítico Hermes Trimegisto, pero su puesta en escena es optimista, vital y muy colorista…muy Brasil.

La música de la mayoría de los creadores de la época pretendía conscientemente, promover cambios y saltos en el nivel de conciencia

En los años 80 cristalizó toda esta amalgama sincrética de corrientes y sensibilidades y se enriqueció con las propuestas desconstructivas del punk que, en algunos de sus desarrollos también apuestan por elementos de inspiración cósmica o influencia de Austin O. Spare y las ciencias del caos, pero comenzó a decrecer el nivel de creatividad; se perfeccionó la técnica a costa de la innovación. En los 90 y 2000, la gran industria desarrollada alrededor de la música pop/rock entró en una dinámica materialista de defensa de sus intereses comerciales, cedió al miedo de perder y comenzó a desconfiar de todo lo que tuviese alguna resonancia espiritual, y a marginar  cualquier propuesta que sonase a psicodelia; y a todos nos tocó hacermos “Material Girls,” que como mucho, alcanzan a coquetear con ornamentación ritual de alguna religión.

En el momento actual parece que vuelven a asomarse algunos elementos de espiritualidad en la forma de viajes astrales, OVNI, wicca, etc, pero de manera muy banal que se queda en la forma aparente, en rituales externos, en recurrir a juegos de rol y no mantener congruencia con un desarrollo creativo o cultural genuino. Entresacó un video de Justice que ha sembrado gran polémica por un ¿¿desnudo??....

Parece que en nuestra cultura popmoderna y postmoderna se nos cuelan algunos elementos de las puertas a otras dimensiones que abría el Samaín y que los arpegios de las músicas que nos acompañan en la cotidianidad nos elevan el espíritu hasta el nivel de la oración. Parece que la conciencia se nos altera cotidianamente, sin ir a Capadocia, ni a un ashram de la India, sin marihuana, ni cocaína…sólo con estar atentos a las sincronicidades del acontecer cotidiano.


Esta exposición sobre estados de conciencia alterados parece que, desde las ideas, va llegando a las técnicas (ritmos y ritos), y algunos de los recursos clásicos para suscitar alteraciones de los estados de conciencia, que puedan dar lugar a cambios en el nivel de conciencia susceptibles de ser asimilados, y pasen a enriquecer la experiencia de vivir de manera estable, no sólo como un episodio psicodélico.

Un enlace para seguir ampliando:
DIME Q DROGA TOMAS Y TE DIRE QUIEN ERES

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