domingo, 15 de junio de 2014

La conciencia de clan y las cicatrices del viaje del héroe,,,


Bhagavad Gita, Invocación de Sánkara
"Lo divino abriéndose camino en el ser humano es más elevado que lo Inmanifestado"

En la universidad aprendí psicología humanista, que considera a las personas como sujetos únicos e irrepetibles, organismos totales, que integran su mente y su cuerpo, su componente emocional con el racional para buscar su realización en el medio natural del que forman parte, a través de ampliar sus niveles de conciencia. Desde este modelo las experiencias no verbales, el juego, la creación el arte y los estados alterados de conciencia, están incluidas dentro de los fenómenos a considerar, y son vías para la realización del pleno potencial humano.

De la especialización en el enfoque sistémico aprendí el poder de los procesos de comunicación y las interacciones sobre los miembros de los grupos humanos. Los trastornos y enfermedades son concebidos como expresión de una alteración en estas dinámicas, que afecta a las relaciones y al autoconcepto de sus componentes.

La universidad de la vida, con sus desafíos y oportunidades, ofrece otros aprendizajes menos académicos, y anti-sistema. En ese deambular desde oriente, a occidente incorporé el surrealismo, el arte, místicas de varias orientaciones y chamanismos de lugares diversos, hasta completar el puzzle actual.

En este viaje, inter e intra, en pos de la realización fue pieza clave tomar conciencia de la genealogía individual: desde la luz desconcertante del nacer, pasando por el via crucis de la adolescencia, en que hay que asumir la necesaria una purga de los códigos educativos, de la mentalidad del clan, de los mitos y soluciones emocionales propios de los grupos primarios, que se implantan de manera inconsciente en el psiquismo infantil y presionan con determinación tiránica.

Si desde la conciencia genealógica se nos ponen limitaciones de mal interpretada lealtad de clan, la conciencia de la cultura transpersonal nos dota de vias y mitos, para trascender la conciencia estancada en sistemas y mentalidades caducas. Como Jasón, Buddha, Sidharta, Hércules, Icaro,  o Arjuna se impone tomar las riendas de nuestro carro y pulir, en nuestro día a día, el diamante fuerte y translucido del alma, con que la naturaleza nos ha dotado.

Hay muchas y muy variadas vías con las que ir depurando las capas de mentalidad impostada desde las que nos identificamos y nos auto-limitamos, pero es inapelable el impulso por vivir en plenitud. No basta con comprender el porqué, se impone actuar, tomar las riendas y dirigirse sin pausa y sin prisa hacia la liberación del ser esencial, porque la vida es una experiencia trascendental y maravillosa, de tiempo limitado, y las cicatrices que nos vayan dejando los avatares del camino se tornarán yagas luminosas conforme se vaya completando el puzzle…


"Es preferible cumplir el propio deber, aún con defectos que cumplir bien el deber ajeno. La muerte incluso es preferible mientras se realiza el deber propio a una vida en el deber ajeno llena de temores" 
Bagavad Gita libro III , 35


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