El reiki es una técnica japonesa
milenaria, olvidada durante siglos y redescubierta en el siglo XIX, por el Dr.
Usui, que se incluye dentro de las terapias de contacto manual. Hay quién
compara esta técnica con las formas de curación de Cristo porque comparten el
mismo método: posar las manos en una persona. Durante un tratamiento de reiki
el practicante recurre a la imposición de manos por diferentes puntos del
cuerpo, con especial incidencia en los siete chakras, para canalizar energía hacia
el cuerpo del receptor.
El reiki, parte de concebir a las
distintas formas de la Vida en una totalidad única que funciona como un sistema
en interacción y cambio permanente. Todos estamos dentro de una especie de sopa
energética, y dentro de esta totalidad; las personas tomamos consciencia de
nuestra existencia a través desde las circunstancias particulares en las que se
desenvuelve nuestra vida: de género, de edad, de nacionalidad, sociales, etc.
También participa de la opinión de que el cuerpo es sabio, y que a través de
sus sensaciones y sus síntomas, la energía de la Vida se comunica con nosotros
para darnos pistas sobre las áreas que no están funcionando correctamente.
Trata de llamar nuestra atención, de ayudarnos a adoptar los cambios que se
necesitan para mejorar los niveles de bienestar personal.
El Reiki actúa en los organismos
desde el nivel electromagnético, aumentando los niveles de energía y
equilibrando su flujo, y desde este nivel mejora todas las funciones físicas,
bioquímicas y mentales.
UNA SESION DE REIKI
Una persona, habilitada para
ello, actúa como canal por el que pasa la energía universal y va poniendo sus
manos en diferentes partes del cuerpo de la persona que recibe la sesión. Es
algo parecido a cuando tomamos el sol en un espejo y proyectamos esa luz y
calor hacia otro punto. A través del
contacto de las manos va focalizando mayor carga de energía en diferentes
puntos de cuerpo.
Se trata a la persona como un
microsistema completo, dotado de voluntad e inteligencia autónoma, por lo que
dentro de la persona, la energía fluirá para dirigirse a donde sea más
necesaria; ya sea porque hay que reponer una parte enferma o para impulsar
energías que están estancadas.
Una sesión de reiki, es mejor,
que ninguna, y la practica constante es mejor que la aislada, pero para obtener
mejores resultados, nuestra mente debe alinearse con el cuerpo en un cambio de
actitud, y es aquí donde entran los cinco preceptos de cabecera;
SOLO POR HOY... NO TE
ENFADES
SOLO POR HOY... NO TE
PREOCUPES
SOLO POR HOY...
MUESTRATE AGRADECIDO
SOLO POR HOY...SE
HONESTO EN TU TRABAJO
SOLO POR HOY...
MUESTRATE CORDIAL CON TODOS
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